Un problema de casi 50 años
El basural ‘La Quema’: la cara tapada de Luján.
Una de las ciudades ícono de la Provincia de Buenos Aires se enfrenta día a día con el contraste de otra realidad que no ha tenido solución por parte de la municipalidad: la existencia del basural clandestino a cielo abierto, situado en la ruta provincial 192. El barrio San Pedro es uno de los más afectados entre sus habitantes, donde las enfermedades ambientales del basural siguen creciendo.
Los vecinos de San Pedro se ven perjudicados por los incendios generados en el lugar
Por Nicolás Montenegro y Santiago Diaz Garzon 4 octubre, 2017
“A mi nieta la llevamos a un médico de Mercedes cuando empezó a padecer problemas pulmonares serios. Nos dijeron que dejemos de fumar en casa, cuando en realidad ni yo ni sus padres fumamos, sino que provenía del humo de los incendios en el lugar. Acá llegamos a tener humo adentro y no había manera de evitarlo. Y es ahí cuando digo: ‘tenemos que hacer algo y parar esto porque sino ¿cómo vamos a curar a los que vengan?’”, cuenta Sergio Almada sobre la situación de su nieta de 3 años, Isabella, con un cuadro de bronquitis obstructiva generado por los problemas sanitarios en el basural de Luján (ver cuadro medico de Isabella).
Almada, vecino del barrio San Pedro, es uno de los tantos afectados por el basural ‘La Quema’, sinónimo de la situación cruda que vive la denominada “Zona de los Santos”, franja ubicada a 10 minutos de la Basílica de Luján y que comprende los barrios de Santa Marta, San Jorge, San Fermín y San Pedro, siendo este último el más perjudicado.
Situado en el kilómetro 2 de la ruta provincial 192, ‘La Quema’ es uno de los basurales más grandes del Gran Buenos Aires, con 25 metros de profundidad y un terreno de más de 15 hectáreas, representando una seria problemática de casi 50 años de existencia. A pesar de la emergencia sanitaria sancionada en marzo del año pasado y la conformación de una Comisión de Salud por concejales de Luján, la municipalidad no cumplió con los trabajos correspondientes de saneamiento exigidos en la zona (ver localización del basural).
Sergio Almada, como titular de la Sociedad de Fomento del barrio San Pedro, al igual que varios vecinos, llevan durante años reclamando por el cierre definitivo del basural, enviando comunicados a distintas organizaciones gubernamentales tanto municipales y nacionales como también internacionales (ver documentos).
Como lo demuestran a través de sus denuncias, el basural viola la ley provincial N° 13.592 (sancionada en 2006, reglamentada en agosto de 2010) que reglamenta la reducción del 30% de la totalidad de residuos con destino a la disposición final al termino de 5 años, comprobándose que dicha implementación de la ley sigue sin cumplirse. Según cifras emitidas por CEAMSE, en el 2016 Luján recibió más de 265 mil toneladas de residuos, elevando la cantidad registrada de años anteriores cuando apenas llegaba a los 164 mil (ver marco legal).
A causa de los incendios producidos en el basural para reducir la cantidad de residuos, los habitantes de San Pedro sufren problemas crónicos de salud a corto plazo (como irritación de las vías respiratorias y exacerbación del asma) como también a mediano y largo plazo (forúnculos en la piel, bronquitis obstructiva, enfisema pulmonar, disrupción endocrina, espina bífida, alteraciones neuroconductuales y hasta cáncer, además de complicaciones del corazón, el sistema circulatorio y los pulmones). Según un informe socio-sanatorio realizado por la Dirección de Atención Primaria de la Salud en el Centro de Atención de San Pedro, entre enero y marzo del 2016 se observó un aumento en la cantidad de pacientes atendidos por patologías respiratorias y dermatológicas, coincidiendo con el crecimiento de la quema de residuos y llegando hasta 17 días ininterrumpidos de incendios (ver documentos).
“Aumentaron hace 1 año y por eso los vecinos estamos pagando las consecuencias, los chicos y los abuelos viven enfermos y terminan con un respirador, internados realizando tratamientos o muriendo”, hace alusión Sergio a la quema de desechos peligrosos en el predio y la emisión de gases tóxicos, causando graves problemas respiratorios entre los chicos recién nacidos y las personas de tercera edad.
Los más afectados son las personas que trabajan en el basural recolectando residuos, amenazados por perder su lugar de trabajo por un posible cierre del lugar, pero más expuestos a la presencia de vectores transmisores de enfermedades (moscas, roedores, aves), afectando a muchas familias humildes abandonadas por un municipio que no los considera para ofrecerles trabajo digno.
A su vez, el basural se conecta con otros problemas ambientales como la contaminación de las napas del Río Luján, a través del nexo generado por un arroyo conectado al río, descargando parte de la basura acumulada directamente a los acuíferos. Otras denuncias involucran la descarga de residuos provenientes de General Rodríguez, un reclamo no certificado por la ausencia de registros sobre la procedencia de los camiones que ingresan al basural, pero probable al encontrar desechos pertenecientes a General Rodríguez (ver video 'El basural por dentro').
Ante estas dificultades y la falta de respuesta de las autoridades durante décadas, la Sociedad de Fomento del barrio San Pedro se convirtió en un baluarte clave en las denuncias y su presidente Sergio Almada, en la cara visible para lograr la erradicación definitiva del basural, amparado en el artículo 9 de la ley provincial N° 13.592 e impulsando una ley de expropiación que plantea una nueva alternativa: el plan GIRSU (Gestión Integrada de Residuos Sólidos Urbanos).
Dicho plan establecería como solución la expropiación y reconversión de las tierras del basural a cargo de la municipalidad, y la implementación del nuevo sistema de disposición final: una planta de tratamiento de residuos, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Sin embargo, el proyecto nunca llegó a concretarse ni ser aprobado en Cámara de Senadores (tiene media sanción en Diputados), dejando a los lujanenses sin una solución posible y sustentable, tanto ambiental como económicamente.
“Lo más importante es el derecho a la vida digna, acá eso no existe. Son derechos esenciales que no están siendo contemplados. Agotamos todas las vías administrativas necesarias, iniciamos acciones ante distintos organismos oficiales, reclamos ante el Consejo Deliberante y el Defensor del Pueblo de la provincia y el gobierno local no nos dio una respuesta satisfactoria. Ahora vamos a ir a la justicia”, explica Sergio Almada quien, al igual que todos los vecinos de Luján y San Pedro, no se rinde tras muchos años de lucha y espera alcanzar definitivamente el cierre del basural municipal.